(Guía práctica – Instituto Hispalense del Corazón)

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Introducción: Navidad, salud cardiovascular y excesos habituales

Las fiestas navideñas suelen ser un periodo de reuniones, comidas, celebraciones… y, con ellas, un aumento importante de calorías, sal, azúcar, alcohol y sedentarismo.

Aunque pueda parecer algo puntual, estos excesos sí tienen impacto real sobre el corazón, especialmente en personas con hipertensión, colesterol alto, diabetes, obesidad o insuficiencia cardiaca.

🩺 Como cardiólogo, cada enero veo un aumento claro de pacientes con descompensaciones, subidas tensionales, arritmias y ganancia de peso que empeora síntomas.

Por eso, aquí te explico qué ocurre en tu organismo, por qué las Navidades no son tan inocentes para la salud cardiovascular y, sobre todo, cómo disfrutar con moderación sin renunciar a la celebración.

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1. Por qué los excesos navideños son malos para tu corazón

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A) Exceso de sal: subidas de tensión y retención de líquidos

Las comidas navideñas suelen incluir embutidos, quesos curados, salsas, precocinados y aperitivos muy salados.

La consecuencia es clara:

• Aumento de presión arterial.
• Retención de líquidos, tobillos hinchados.
• En personas susceptibles: descompensación de insuficiencia cardiaca.

📌 Una sola comida muy salada puede elevar la tensión durante 24–48 horas.

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B) Exceso de azúcar: picos de glucemia y aumento de grasa visceral

Dulces, turrones, chocolates, postres…

El azúcar provoca:

• Peor control del azúcar. 
• Aumento de triglicéridos.
• Almacenamiento de grasa visceral, la más peligrosa para el corazón.
• Inflamación metabólica.

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C) Alcohol: arritmias y daño directo al corazón

El alcohol es tóxico para el miocardio.

En Navidad aumenta muchísimo su consumo:

• Más riesgo de fibrilación auricular (“síndrome del corazón festivo”).
• Puede aumentar la presión arterial.
• Empeoramiento de la calidad del sueño.
• Más calorías, más grasa abdominal.
• Efecto reductor sobre la función ventricular si se abusa, especialmente en personas vulnerables.

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D) Exceso de grasas saturadas

Carnes grasas, salsas, mantequilla, snacks fritos…

Provocan:

• Subida de colesterol LDL.
• Aumento de triglicéridos (muy aterogénicos).
• Más inflamación vascular.

🛋️ 

E) Sedentarismo y largas digestiones

Tras comidas copiosas:

• Menor gasto energético.
• Más dificultad para controlar peso

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2. Consecuencias inmediatas y a medio plazo para la salud

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Consecuencias a corto plazo (días–semanas)

• Subidas de tensión arterial.
• Arritmias (especialmente fibrilación auricular , “FA”).
• Ganancia rápida de peso (2–3 kg).
• Malestar digestivo, pesadez, reflujo.
• Empeoramiento de edemas.

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Consecuencias a medio plazo

• Incremento de grasa visceral.
• Descontrol de diabetes o prediabetes.
• Aumento sostenido de tensión arterial.
• Alteraciones lipídicas (LDL y triglicéridos).
• Mayor riesgo de eventos cardiovasculares.

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3. Consejos cardiológicos para unas Navidades más saludables

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1. Mantén la mitad del plato con alimentos saludables

Verduras, ensaladas, fruta, proteína magra.

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2. Bebe agua entre copas

Alternar 1 vaso de alcohol con 1 vaso de agua ayuda mucho a moderar.

🧂 

3. Cuidado con los aperitivos salados

Son los responsables principales de las subidas tensionales navideñas.

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4. Elige tu dulce favorito y evita el resto

No hace falta comer todo “por Navidad”.

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5. Controla las raciones

Comer de todo, pero menos cantidad.

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6. Camina 20–30 minutos

Al menos 30 minutos diarios , incluso si puedes tras las comidas , ayuda a mejorar la digestión y reduce picos de glucemia.

💤 

7. No descuides el sueño

La falta de sueño aumenta la tensión y el apetito. Dificulta la pérdida de peso. 

🫀 

8. Si tienes cardiopatía: no suspendas la medicación

Evita descompensaciones innecesarias.

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4. ¿Qué puedes hacer si ya notas molestias?

• Medirte la tensión frecuentemente.
• Vigilar la báscula: si subes 1–2 kg en 48h, puede haber retención de líquidos.
• Consultar si aparecen:
  • hinchazón marcada
  • disnea (ahogo) al mínimo esfuerzo o en reposo
  • palpitaciones irregulares
  • dolor torácico
  • Pérdida de conocimiento (síncope)

📌 

5. Conclusión

Las Navidades están para disfrutarlas, pero tu corazón también merece cuidados.

Los excesos puntuales pueden tener repercusión real, especialmente si ya existe hipertensión, colesterol alto, obesidad, diabetes o insuficiencia cardiaca.

Con pequeñas decisiones conscientes —menos sal, menos azúcar, alcohol moderado y algo más de movimiento— puedes pasar unas fiestas mucho más cardioprotegidas, sin renunciar a lo importante: la familia, los amigos y los buenos momentos.

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